Mujer sentada cerca del radiador

¿Qué caldera debemos elegir?

A la hora de elegir una caldera de condensación para nuestro hogar, es esencial optar por la que mejor se adapte a nuestras necesidades. Pero, ¿qué factores y qué parámetros debemos tener en cuenta?

En primer lugar, dos de los datos más importantes a tener en cuenta son la potencia térmica nominal, indicada en kW y la potencia en agua caliente sanitaria o ACS, también indicada en kW.

El primer valor hace referencia a la potencia de la calefacción y viene indicado en la etiqueta energética. Para que nos podamos hacer una idea aproximada, una caldera con una potencia térmica de 24 kW serviría para un piso de hasta unos 80 m² aproximadamente, para un piso de entre 80-120 m² necesitaríamos una caldera que tenga una potencia de unos 26 kW, o una potencia de unos 31 kW para pisos de entre 120-180 m².  Se ha de tener en cuenta que estos datos solo sirven para hacernos una idea aproximada, ya que en el cálculo de la potencia necesaria intervienen otros factores, como la antigüedad de la vivienda, la eficiencia energética en términos de aislamiento de esta o el número de personas que residen en ella.

El otro valor destacado hace referencia a la potencia para el agua caliente. Indicado normalmente junto a la potencia térmica de la caldera. Unas de las más comúnmente instaladas son calderas de 24 kW, útiles en el caso de que la vivienda tenga un baño, en el caso de que la vivienda disponga de dos baños necesitaríamos una potencia aproximada de 28 kW y de más potencia en el caso de tener 3 o más de una planta. Otros de los valores referentes a la producción de agua caliente que podemos tener en cuenta son el caudal especifico indicado en litros minuto (l/m) y que podemos encontrar en la ficha técnica de la caldera. El uso normal para una vivienda de uno o dos baños sería de entre 14 y 18 l/m. Por último, el perfil de demanda, indicado en la etiqueta energética junto a la imagen de un grifo. Este valor se indica con letras de la S, M, L, XL en adelante, según la potencia de la caldera. Siendo los valores L o XL los más comunes para una vivienda también de uno o dos baños.

Otros valores para tener en cuenta son la eficiencia energética de la caldera que incidirá en nuestro consumo de energía, la modulación de la propia caldera que permite un mejor uso del combustible y mejor rendimiento, especialmente si se combina con el uso de los termostatos más avanzados que permiten un mayor control o también el material del intercambiador que incidirá en la duración de esta.

Otro factor importante es el servicio de mantenimiento y el servició técnico oficial de la marca, ya que no solo es importante las prestaciones que ofrece la caldera, sino los servicios asociados a ella, tanto para la prevención de posibles incidencias, como para la reparación en caso de que surjan. Estos servicios ayudaran a prolongar la vida útil del aparato.

Por último, es esencial destacar que es altamente recomendable consultar a un especialista antes de elegir una caldera de condensación. El análisis de las características específicas de nuestra vivienda nos proporcionará una recomendación personalizada, evitando decisiones basadas únicamente en estimaciones generales. Además, el especialista nos permitirá valorar la instalación de manera adecuada, garantizando un funcionamiento óptimo y seguro de la caldera en nuestro hogar. Con su asesoramiento, podremos disfrutar de una calefacción eficiente y perfectamente adaptada a nuestras necesidades.

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