No podemos obviar que la sostenibilidad y la eficiencia energética son asuntos prioritarios a nivel mundial, las etiquetas energéticas se han convertido en herramientas sumamente valiosas para los consumidores. Estas etiquetas ofrecen un resumen de las características de los electrodomésticos en términos de consumo de energía, sin necesidad de entrar en demasiados tecnicismos y proporcionan información esencial que permite equiparar características de uno u otro producto, ayudándonos en la elección durante la compra.
Las calderas no son una excepción y también poseen sus propias etiquetas energéticas que nos pueden ayudar a decantarnos por una u otra caldera, pero, aunque la información que aparece es sencilla debemos conocer sus principales elementos para saber interpretarla.
A grandes rasgos la información que nos ofrece la etiqueta energética de las calderas la podemos dividir entre la información pertinente a la eficiencia energética de equipos de producción de calefacción (de menos de 70kW) y la de equipos de producción de ACS. En el caso de las calderas mixtas en la etiqueta podemos ver ambas.
- En el número 1 podemos ver la información relativa al fabricante de la caldera
- El número 2 corresponde al modelo concreto de caldera.
- En los números 3 y 4 podemos ver la información relativa a la eficiencia y la clasificación energética estacional, el número 3 en concreto, con un icono de un radiador, corresponde al del sistema de calefacción.
- En el número 4 vemos la eficiencia energética del sistema de ACS.
Los valores se determinan en base a las pruebas que marca la normativa europea y van desde la A+++ a la D en los equipos calefactores y de la A+ a la F en los equipos productores de ACS. Esta clasificación no solo es válida para calderas de gas, por lo que al utilizar un combustible fósil la eficiencia energética de las calderas de gas no suele ser la más alta.
Otro elemento que podemos observar en el número 4 es el perfil de consumo de agua; justo al lado del icono de un grifo podemos ver la categoría en la que está clasificada la caldera según la producción de litros de agua caliente que genera. Esta clasificación suele situarse entre las letras S o XS y la XL en calderas y calentadores. Es suficiente saber que un perfil L o XL es adecuado para una vivienda en la que residan 4 o más personas, siendo el segundo más recomendable cuando se trata de viviendas en las que residen muchas personas o en viviendas donde haya un alto consumo de agua.
- Aquí podemos ver el nivel sonoro marcado en decibelios.
- En el número 6 vemos la información relativa a la potencia de la caldera.
- Año de introducción de la caldera.
- Por último, esta numeración es la correspondiente a la normativa por la cual se rige la presente etiqueta.
Las etiquetas pueden variar en su diseño cuando corresponden a una caldera de solo calefacción, a un equipo de solo ACS o pueden contener otros elementos cuando la etiqueta corresponde a una caldera en conjunto con otro tipo de equipo, como un colector solar o un sistema de control de temperatura. Pero conociendo la información que aportan los principales elementos que componen las etiquetas energéticas nos puede ser de gran ayuda a la hora de elegir nuestra caldera.