Instalar un aire acondicionado no consiste simplemente en «colocar una máquina para enfriar en verano». Detrás de una buena instalación hay una planificación previa realizada por un profesional, con el objetivo de garantizar eficiencia, seguridad y confort para el usuario.
Según la normativa vigente, la instalación no puede ser realizada por el usuario final. Aunque la compra sí está permitida para particulares, su instalación debe ser realizada por una empresa instaladora acreditada. Además, si vendedor e instalador no coinciden, el comprador está obligado a entregar al vendedor un boletín firmado por la empresa instaladora en un plazo máximo de un año para evitar sanciones administrativas.
Por este motivo, este artículo no busca dar consejos para realizar uno mismo la instalación, sino informar sobre los aspectos que un instalador tiene en cuenta para valorar y presupuestar una instalación.
Estudio del espacio y cálculo de potencia.
Antes de nada, se deben valorar algunas características del espacio a climatizar como: superficie, orientación, aislamiento, número de ventanas, entre otras.
En instalaciones domésticas estándar, suele bastar una visita técnica para determinar la potencia necesaria y el tipo de equipo más adecuado. Sin embargo, en instalaciones de mayor potencia, entornos industriales o casos más complejos, puede ser necesario realizar un estudio técnico detallado para evitar tanto el sobredimensionamiento, como una capacidad insuficiente.
Es importante tener en cuenta que, si se requiere un estudio técnico este servicio suele tener un coste adicional.
Elección del tipo de equipo para cada instalación
Existen diferentes tipos de equipos que se pueden adaptar a diferentes tipos de instalaciones y necesidades:
- Split mural 1×1: común en viviendas.
- Multisplit: varias estancias climatizadas con una única máquina exterior.
- Cassette: habitual en oficinas y locales.
- Conductos: más discretos, suelen ir ocultos en el falso techo.
Planteamiento de la instalación
Una vez definidas las necesidades de potencia y el tipo de equipo, él técnico planifica la instalación, considerando todos los detalles: desde el desagüe hasta la ubicación de la unidad exterior. Un error en la planificación puede generar averías, ruido o incluso invalidar la garantía del equipo.
Algunos puntos clave:
El desagüe de las unidades interior y exterior se deben reconducir hasta el punto de desagüe más cercano. Si no permite desaguar por gravedad será necesario una bomba de condensados.
La unidad exterior como su propio nombre indica debe ir ubicada en el exterior, en un lugar con espacio suficiente alrededor (espacio indicado por el fabricante) para garantizar el flujo de aire.
La distancia entre la unidad interior y exterior influye en el funcionamiento del equipo. Los fabricantes especifican la distancia máxima y mínima de instalación entre unidades a la que puede trabajar el equipo. Además, los equipos vienen precargados con una cantidad de gas refrigerante para cubrir una longitud determinada de tubería. Si la distancia entre las unidades es superior se deberá añadir una carga adicional de gas, según las indicaciones de la ficha del fabricante.
No respetar estas especificaciones puede reducir la eficiencia del equipo o provocar fallos en su funcionamiento.
La distancia entre las unidades interior y exterior también es importante para determinar la cantidad de cableado de interconexión y de tubería frigorífica necesarios. La mayoría de las empresas instaladoras suelen incluir un tramo estándar de estos materiales en el presupuesto base. Sin embargo, calcular con precisión los metros reales es fundamental para prever el material necesario y saber si habrá algún sobrecoste.
Análisis de la instalación eléctrica
Otro aspecto importante es verificar que la instalación eléctrica existente soporte la carga adicional. En instalaciones antiguas, puede ser necesario instalar una línea independiente con su correspondiente protección (magnetotérmico y diferencial).
En obra nueva o reformas integrales, esta línea suele planificarse desde el inicio, pero en viviendas antiguas se debe comprobar la capacidad del circuito antes de instalar, así como la potencia contratada.
Respecto al suministro, la mayoría de los equipos domésticos funcionan con corriente monofásica, sin embargo, en algunos equipos de mayor potencia como sistemas de aerotermia, climatización centralizada para grandes espacios o equipos industriales pueden requerir alimentación trifásica.
Además, no es posible realizar la instalación de equipos monofásicos en viviendas que disponen de una alimentación bifásica. En estos casos, será necesario que un electricista instale un transformador o adaptador específico que permita convertir la alimentación a bifásica a monofásica previamente, para que el equipo pueda funcionar.
Por ello, antes de instalar debemos asegurarnos de la potencia que necesitamos, el tipo de alimentación con el que funcionan los diferentes equipos de esas características y del suministro eléctrico que tenemos disponible en la vivienda o local.
Elementos estéticos
La ubicación de la unidad interior afecta tanto al confort como a la estética del espacio. Por ello, se utilizan elementos como canaletas para cubrir parte de la instalación, y se planifica la instalación intentando que interfiera lo mínimo posible a nivel visual.
Sistema de control y programación
Existen equipos con diferentes funcionalidades y sistemas de control, que van desde termostatos básicos hasta sistemas inteligentes con conexión Wifi, equipo que permiten la integración en sistemas domóticos o equipos con tecnologías con inteligencia artificial que analizan los hábitos del usuario y se adaptan automáticamente a sus necesidades, mejorando así la eficiencia del equipo.
El técnico puede asesorar y proponer diferentes opciones, pero como muchos de estos elementos son opcionales, la elección final dependerá de las preferencias y presupuesto del usuario.
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento es fundamental para el buen funcionamiento y la durabilidad de los equipos de climatización. La falta de mantenimiento preventivo puede acabar derivando en una disminución de la eficiencia o incluso en averías. También se ha de tener en cuenta que, en caso de avería durante el periodo de garantía, el fabricante puede no hacerse cargo de la reparación si se determina que la causa de la avería es la ausencia de mantenimiento.
Por último, hay que destacar que, durante la instalación, es fundamental que los profesionales utilicen los materiales adecuados, verifiquen la estanqueidad del circuito y realicen el vacío del circuito frigorífico antes de la puesta en marcha. Estas tareas forman parte de la instalación y deben estar incluidas en el presupuesto, ya que garantizan el correcto funcionamiento y la durabilidad del sistema.